Final Fantasy XVI - Reseña de juego

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Pantalla de inicio del Final Fantasy VII - Remake

“Decepción” es la palabra que viene a mi mente cuando pienso en el tiempo invertido en el Final Fantasy XVI. Que cada nueva iteración de Final Fantasy intente hacer cosas distintas es algo que disfruto. Por lo que cuando anunciaron que este nuevo FF iba a ser un juego más enfocado en la acción, producido por Creative Business Unit III, que han recibido excelentes críticas por su trabajo en Final Fantasy XIV, albergaba cierto optimismo de cara a la nueva entrega.

Mi principal crítica sería, por tanto, que no han ido lo suficientemente lejos en esta nueva dirección, y al intentar mantener parte de las mecánicas de juegos anteriores, el resultado ha sido muy irregular.

Historia

En un mundo donde solo unos pocos pueden usar magia, y son discriminados por ello. Donde el uso de la magia está causando que grandes zonas de los continentes queden yermas y sin vida. Donde multiples facciones y reinos compiten por obtener el control sobre los recursos restantes. Con la guinda de los Eikons, seres de enorme poder que pueden cambiar el curso de las guerras. Aquí había una excelente historia que contar. Hay suficientes elementos como para contar un drama sobre la guerra y la explotación de los recursos naturales, que sin duda habría tenido paralelismos con nuestra situación actual en el mundo.

Pero siendo un FF, no han podido añadir a Ultima, el “dios” de este mundo, que quita toda la tensión narrativa de las guerras o la falta de recursos, y convierte de nuevo a este FF en otra historia más de la humanidad contra dios.

En cuanto a las sub-historias, tiene un problema muy similar al del FF7R. El mundo está terminando, tú eres prácticamente un dios de la lucha, pero “por favor, ve y recógeme unas flores que me hacen falta”. Haciendo todas las sub-historias y las cacerías, el juego me llevo unas 65 horas para terminar. Claramente tiene esta longitud porque “así debe ber un Final Fantasy”, pero el juego me habría dejado mucho mejor sabor de boca, e incluso habría estado tentado de volverlo a jugar, si lo hubiesen condensado en 25 horas de buena acción e historia.

Combate

El sistema de combate es aceptable. Tiene suficientes elementos para ser divertido, y las luchas contra enemigos grandes y jefes son de lo mejor que tiene el juego. El problema es la repetición. La variedad de enemigos comunes no es muy alta, y repites el mismo tipo de lucha una y otra vez. También tiene el problema de ser un juego donde esquivar ataques es una parte vital del sistema de combate, pero contra multiples enemigos en imposible ver por donde te llegan los ataques.

Equipamiento

Para ser un FF, el sistema de armas y armaduras es subpar. Solo tienes tres atributos (ataque, defensa y vida) y cada pieza del equipo te sube estos valores. No hay atributos elementales para armas y armaduras o ataques específicos. Puedes equipar 3 accesorios, pero hay algunos que son tan potentes que una vez equipados, nunca los vas a cambiar. Da la impresión que el único motivo de tener equipamiento en este juego es forzarte a realizar sub-historias o hacer cacerías.

Apartado Visual

Visualmente, el juego está bien, aunque no veo nada que no se pudiese hacer en PS4. El modelado de personajes es decente, y el arte de los escenarios es atractivo.

La guarida es visualmente atractiva, lo cual es bueno teniendo en cuenta el número the horas que pasas allí:

Vistas desde la guarida en Final Fantasy XVI

Las zonas con los cristales madre están todas muy cuidadas:

La zona del cristal de piedra en Final Fantasy XVI

La zona del desierto ofrece buenas vistas llenas de contrastes:

El desierto en Final Fantasy XVI

En contadas ocasiones son capaces the hacer escenas nocturnas atractivas:

La capital de cristal en Final Fantasy XVI

Mis dos principales críticas al apartado visual son, por una parte, la gran disparidad en las cinemáticas y animaciones entre las secciones de la historia principal, y las sub-historias. En la historia principal tenemos escenas llenas de emoción, exquisitamente animadas, con una cinematografía muy cuidada, mientras que en el resto del juego tenemos animaciones que escenas que parecen sacadas de las historias secundarias de un Yakuza.

Por otro lado, tenemos un gran problema con la luz en este juego. No acabo de entender el por qué de la decision artística de tener escenas tan oscuras (en las capturas tengo el brillo del juego al máximo), pero en numerosas ocasiones es extremadamente difícil ven que está ocurriendo o navegar ciertos escenarios. Como muestra un botón.

Un mazmorra donde es imposible ver a donde ir:

Mazmorra en Final Fantasy XVI

Una zona exterior a plena luz del día:

Zona exterior en Final Fantasy XVI

Una conversación donde casi no se ven a los personajes:

Conversación en Final Fantasy XVI

Conclusion

Otra oportunidad perdida, y ya van muchas. Creo que el último Final Fantasy que disfruté fue el 8, y ya son años. Pero aquí sigo, jugando cada nueva entrega, deseando que recuperen lo que les hacía especiales. Será la nostalgia…

Lo recomiendo? NO

Receta - Yakisoba

[recetas]

Ingredientes

Salsa Yakisoba (por ración)

  • Salsa de ostras (2 cucharadas)
  • Ketchup (1 cucharadas)
  • Salsa de soja (1 cucharada)
  • Salsa Worcestershire (4 cucharadas)
  • Azúcar (1 cucharada)

Yakisoba

  • Gambón
  • Cebolla
  • Pimiento Verde
  • Zanahoria
  • Setas shitake
  • Repollo
  • Fideos japoneses
  • Katsuboshi (Escamas de bonito)
  • Shichimi tōgarashi
Ingredientes para el yakisoba
  1. Empezamos sofriendo la cebolla, el pimiento verde y la zanahoria.
    Sofreimos las verduras

  2. Cuando la verdura esté a mitad hacer, añadimos las shitake que se hacen más rápido. Añadimos las Shitake

  3. Retiramos las verduras y sofreímos el repollo a fuego fuerte.
    Sofreímos el repollo

  4. Retiramos el repollo y sofreímos el gambón hasta que esté doradito.
    Sofreímos el gambón

  5. Mientras se hacía la verdura, hemos puesto agua a hervir, y cocinamos los fideos. 4 minutos de cocción es suficiente o quedarán muy pastosos.
    Cocinamos los fideos

  6. Echamos un poco de aceite en la sartén, y freímos los fideos brevemente. Son más fáciles de manejar sin son cortos, así que aprovecho para partirlos con la espátula.
    Freimos los fideos

  7. Juntamos todos los ingredientes y añadimos la salsa y el Shichimi tōgarashi. Lo mezclamos todo bien.
    Juntamos todos los ingredientes y la salsa

Por último emplatamos el yakisoba y espolvoreamos las escamas de bonito por encima. ¡Itadakimasu!

Yakisoba emplatado

Receta - Curry Japonés

[recetas]

Ingredientes

  • Cebolla
  • Pimiento rojo
  • Zanahoria
  • Setas
  • Manzana
  • Patata
  • Pechuga de pollo
  • Pastilla de curry japonés
  • Caldo verduras (opcional)
  • Arroz japonés.
Ingredientes para el curry japonés
  1. Empezamos dorando la pechuga de pollo. La podemos cortar como en la foto, o últimamente prefiero dorar los filetes y cortarla a dados después.
    Doramos la pechuga

  2. Retiramos la pechuga y doramos la cebolla. Pochamos la cebolla

  3. Añadimos la zanahoria, el pimiento y la manzana y los pochamos. Lo último en añadir son las setas porque sueltan mucha agua.
    Añadimos el resto de verduras

  4. Añadimos la patata, a trozos pequeños para que se haga rápido. Cubrimos con el caldo de verduras o agua, y la cocemos unos 20 minutos.
    Cocemos la patata

  5. Cuando la patata está lista, apagamos el fuego, añadimos la pastilla de curry, y removemos hasta que está disuelta por completo. Ponemos el fuego al mínimo y lo dejamos cocinar otros 5 minutos.
    Disolvemos el curry y cocinamos

  6. Mientras se cocina la patata podemos hervir el arroz. Primero limpiamos y escurrimos el arroz unas 3 o 4 veces, hasta que el agua quede clara. En un cazo añadimos 250ml de agua y a fuego fuerte esperamos a que hierva. Añadimos 50g de arroz japonés, bajamos un poco el fuego, y lo cocinamos hasta que se absorba toda el agua.
    Hervimos el arroz japones

Emplatamos medio plato con el arroz, y la otra mitad con el curry. ¡Itadakimasu!

Curry japonés emplatado

Teletrabajando por el norte de España

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Agosto de 2022 fué un mes horrible. Lo pasé trabajando en casa y fué un auténtico suplicio. Todo el día con el aire acondicionado puesto, las temperaturas no bajaban por las noches, y el pueblo en fiestas con numerosos conciertos, hicieron que descansar fuese imposible.

Al final opté por irme a dormir a otra casa simplemente por tener un poco de tranquilidad, pero del calor no te escapas.

Tomé la determinación de no pasar otro agosto en casa, y buscando poder dormir por las noches, el norte de España parecía ser la mejor opción.

Este agosto he pasado una semana en Gijón, otra en Santander y por último una en Aínsa. Estás son mis conclusiones:

Gijón

Me ha gustado mucho Gijón. Es suficientemente grande como para tener de todo, pero al mismo tiempo puedes ir andando a cualquier sitio.

Carlos Llongo en Gijón

Las dos playas ofrecen la oportunidad de darse un baño, o hacer alguna actividad como el surf, y sus respectivos paseos son el lugar ideal para salir a andar.

También he comido fenomenal allí. Mucha oferta, raciones copiosas y precios razonables.

Playa de San Lorenzo en Gijón

Algo que no tuve en cuenta al buscar casa es lo cargado que yo iba, con los ordenadores y ropa para un mes. La casa era un tercero sin ascensor, y subir las maletas me costó lo suyo.

La conexión a internet era fantastica. Misma velocidad que tengo en casa. Tener acceso a fibra es otra ventaja de estar en ciudad.

La mesa de trabajo era una mierda. Típica mesa de Ikea, muy bonita, muy bien diseñada para que las sillas encajen perfectament, e increiblemente incomoda. Sillas de madera dura, y te sentabas en la esquina de la mesa. Por suerte la cocina tenía un gran banco que usé para trabajar de pie.

Santander

La casa de Santander no estaba tan céntrica, ya que Santander es un poco más cara que Gijón. Estaba justo al lado de las universidades, que siendo agosto, resultó ser una zona muy tranquila, con fácil aparcamiento, ¡y con ascensor! Al ser la casa más grande, tenía una buena mesa en la cocina, que se convirtió en mi mesa de trabajo.

Santander desde el funicular

Conexión a internet por fibra, así que en ese apartado tampoco tengo queja.

En cuanto a Santander, es muy bonita, las vistas son preciosas, pero moverse por la ciudad no es tan agradable como Gijón, ya que hay muchas cuestas y escaleras.

Zamburiñas en Santander

Para pasear en llano hay buenas opciones. La playa del Sardinero, o la bahía son paseos agradables.

Al igual que Gijón, la comida excelente. Variedad, buenas raciones, y precio razonable.

Aínsa

Creo que me equivoqué eligiendo Pirineos como tercer destino. Santander o Gijón al final son ciudades, con bastante capacidad de absorver el turismo. Pero Aínsa probablemente multiplica varias veces sus habitantes durante el verano, resultando un poco agobiante.

Estaba todo a tope, los restaurantes, los supermercados o la zona clasica del pueblo, que es muy bonita, pero parece más un escenario de pelicula que un pueblo donde viva gente.

Carlos Llongo en Aínsa

También tuve mala suerte con el tiempo. Hacía muchísimo calor, alcanzando los 35º todos los días. Por la noche refrescaba y se podía dormir bien, pero durante el día no invitaba a salir, y he tenido que tabajar todos los días con el aire acondicionado puesto.

La casa también fue un error. Tercer piso sin ascensor. Internet lenta e irregular, que no me permitía hacer videoconferencias. Al ser una buhardilla, pegaba el sol directo todo el día, dejando la casa recalentada.

Creo que tras esta experiencia, descarto Pirineos para teletrabajo.

Año que viene

En general, me ha gustado la experiencia. He podido descansar por las noches, y he podido trabajar más o menos bien (he echado en falta el poder trabajar de pie).

Moverme todas las semanas ha sido un poco estresante. ¿Quizá solo dos destinos, dos semanas en cada uno?

Por último, un listado de cosas a tener en cuenta al buscar casa:

  • Pueblo grande no turístico o ciudad
  • Ascensor
  • Zona tranquila
  • Internet de alta velocidad
  • Temperaturas agradables durante todo el día
  • Una buena mesa de trabajo
  • Una buena cocina. La he usado más de lo que pensaba.

Receta - Salsa Teriyaki

[recetas]

Ingredientes

  • 100 ml Soja
  • 100 ml Sake
  • 100 ml Mirin
  • 2 dientes de ajo
  • Un trozo de jengibre
  • Maicena
  • Semillas de sésamo
Ingredientes para la salsa Teriyaki
  1. Picamos bien el ajo y el jengibre. La salsa no se va a colar, por lo que cuanto más pequeño lo piquemos, mejor.
    Ajo y jengibre picado

  2. Doramos bien el ajo y el jengibre para que liberen todo su aroma.
    Doramos el ajo y el jengibre

  3. Añadimos la soja, el sake y el mirin. Lo dejamos cocinando a fuego medio/bajo.
    Reducimos el tare

  4. Cuando la salsa a reducido un tercio del líquido, añadimos media cucharada de maicena diluida en agua. Esto ayudará a espesar la salsa. Añadimos también las semillas de seésamo al gusto, y removemos hasta que la salsa tenga la consistencia deseada.
    Reducimos el tare

Vertemos la salsa en un tarro y la podemos tener en la nevera hasta un mes.

Salsa Teriyaki

Receta - Shoyu Ramen

[recetas]

Como comentaba en mi última receta de ramen, mi ramen casero seguía sin saber a Japón. Durante los últimos años, he estado intentando acercarme a una receta más tradicional, que tenga un sabor más auténtico. También me he dado cuenta que no necesito añadir tantos complementos, lo que ha ayudado a simplificar la receta.

Los cambios que más han impactado el resultado final han sido:

Ingredientes

Tare

  • 2 cucharadas soperas de soja
  • 1 cucharada sopera de mirin
  • 1 cucharada sopera de sake
  • 1 trozo de jengibre
  • 1 ajo
  • 1 chucharilla de dashi
  • 1 cucharilla de azucar moreno
  • Una pizca de MSG

Ramen

  • Caldo de carne
  • Fideos de ramen

Sugerencias de Complementos

  • Chāshū
  • Huevo duro macerado
  • Brotes de soja
  • Pimiento
  • Cebolla tierna
  • Setas shitake
  • Bambú
Ingredientes para el Shoyu Ramen

Preparación del Tare

  1. Fileteamos el ajo y el jengibre. En un cazo, con un poco de aceite, doramos el ajo y el jengibre para aromatizar el aceite.

  2. A continuación añadimos la soja, mirin, sake, dashi, azúcar y MSG. Lo dejamos todo reducir a fuego medio.
    Reducimos el tare

  3. Por ultimo colamos el tare en el bol.
    Reducimos el tare

Preparación del Ramen

Ya he explicado esto en mis otras recetas de ramen, pero yo suelo hervir los fideos en el propio caldo. Es un cacharro menos que limpiar, energéticamente más eficiente, y me da la sensación que los fideos quedan más sabrosos.

En cuanto a los complementos, va por gustos. Mis recomendaciones son:

  • Chāshū: Vuelta y vuelta en la sartén para dorarlo.
    Reducimos el tare

  • Huevo: Macerado en el caldo del Chāshū es como está mejor, pero no siempre es posible. Alternativamente, se puede hacer duro, intentando que quede poco hecho por dentro, o incluso hacerlo pasado por agua en el mismo caldo donde cocinamos los fideos.

  • Verduras: Los brotes de soja y la cebolla se pueden añadir crudos o rehogados. El pimiento, el bambú y las setas sí que hay que cocinarlas bien. A las setas, justo al final, se le puede echar un chorrito de soja para que cojan color.

Emplatar

Para emplatar, añadimos el caldo en el bol con el tare. Removemos bien para integrar el tare con el caldo. A continuación añadimos los fideos, y por encima repartimos los complementos. ¡Itadakimasu!

Shoyu Ramen listo para comer

Receta - Katsudon

[recetas]

Ingredientes

Dashi

  • Setas deshidratadas
  • Cebollas
  • Polvo de dashi
  • Soja
  • Mirin
  • Azúcar

Tonkatsu

  • Lomo de cerdo
  • Harina
  • Huevos
  • Panko
  • Sal y Pimienta
  • Arroz japones
Ingredientes para el katsudon
  1. Primero empezamos preparando el dashi. En una sartén pequeña añadimos el agua en la que hemos hidratado las setas desde el día anterior. Aquí añadimos:

    • Dos cucharadas soperas de soja
    • Dos cucharadas soperas de mirin
    • Una cucharadita de azúcar.
  2. Removemos hasta que se disuelva el azúcar, y añadimos la cebolla y las setas.

  3. Lo dejamos cocinando a fuego lento mientras preparamos el lomo. Si vemos que no hay suficiente líquido siempre podemos añadir más, y también es conveniente probarlo por si necesita un poco más de soja o sal.
    Cocinamos el dashi con las verduras

  4. Mientras del dashi se cocina empezamos con el lomo. Hacemos unos cortes por la grasa de los laterales, y lo aplastamos con una maza.
    Aplastamos el lomo con una maza

  5. A continuación, lo pasamos por harina, huevo y el panko. Lo dejamos reposar mientras se calienta el aceite.
    Empanamos el lomo

  6. Cuando el aceite esté a 170º añadimos el lomo. Lo dejamos sin tocarlo durante 1 minuto y le damos la vuelta. Tras otro minuto lo sacamos para que escurra. Es importante intentar mantener la temperatura a 170º durante el proceso. Si cocinamos varios lomos, hay que apagar el fuego entre ellos y retirar restos de pan del aceite para que no se quemen.
    Primera fritura del lomo

  7. Después de dejar escurrir el lomo unos 4 minutos, lo freímos una segunda vez. En esta ocasión a 180º, y solo 30 segundos por cada lado. Esto le dará el color y la textura perfectos.
    Segunda fritura del lomo

  8. Lo dejamos escurrir una segunda vez y nos preparamos para juntarlo todo.
    Escurrimos el lomo

  9. Cortamos el lomo a tiras.
    Cortamos el lomo

  10. Añadimos el lomo al dashi.
    Añadimos el lomo al dashi

  11. Añadimos un huevo batido por encima del lomo.
    Añadimos el huevo

  12. Podemos decorar el huevo con un poco de cebolla tierna. Tapamos y lo dejamos cocer. Se hace rápido, en unos 2-3 minutos.
    Tapamos y dejamos cocer el huevo

Para emplatar, en un bol añadimos una base de arroz blanco, y encima añadimos el contenido de la sartén con cuidado. ¡Itadakimasu!

Katsudon listo para comer

Un año de anime - 2019

[anime]

Fotograma de Mob Psycho 100 II

Tenía todavía pendientes de terminar un buen número de animes de este año, pero he llegado a la realización de que probablemente, tras 3 años ignorándolos, es probable que no los retome.

Quiero destacar un par de decepciones. Por un lado, la nueva temporada de JoJo. Siempre he ido recomendando las temporadas anteriores porque notaba como iba mejorando con cada iteración. Sin embargo, en esta ocasión, tal vez por fatiga o porque no hay tantas ideas nuevas, no he disfrutado tanto de la temporada.

La otra es Beastars, cuya primera temporada me gustó, y tenía pensado recomendarla, pero la segunda temporada me pareció tan poco coherente que ha bajado retroactivamente mi valoración de la primera.

En un primer momento, viendo la lista de mis recomendaciones, me ha sorprendido que sean todo secuelas. Pero viendo las recomendaciones de años anteriores, la verdad es que no es tan sorprendente. Echo en falta más anime original de calidad.

Mob Psycho 100 II

La primera temporada fué excelente, y esta segunda temporada es incluso mejor. Creo que la principal mejora es como los personajes evolucionan en esta segunda temporada. Tengo muchas ganas de volverla a ver, lo que ya debería dar una idea de su calidad.

Aggressive Retsuko (2nd season)

Sinceramente, hace tanto tiempo que la ví, que ya no recuerdo mucho de la trama. Si te gustó la primera temporada, esta sigue la misma line y expande algunos de sus temas.

Shingeki no Kyojin Season 3 Part 2

Attack on Titan tiene toda la pinta de terminar siendo una de las series más épicas de las últimas décadas. Mi única pega es que el 3D sigue sin estar a la altura de la animación de la primera temporada, pero la verdad es que no detrae de la experiencia.

Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!: Kurenai Densetsu

La película de KonoSuba es básicamente una temporada entera condensada en 2 horas. Y la verdad es que es excelente en todos los sentidos. Buena animación y mucho humor. Ya la he visto un par de veces y no será la última vez.

Receta - Arroz Frito

[recetas]

Ingredientes

  • Arroz Basmati
  • Gambón
  • Zanahoria
  • Guisantes
  • Cebolla
  • Un huevo
  • Salsa de soja
  • Aceite de sésamo
  • Pimienta
  • MSG
Ingredientes para el arroz frito
  1. El arroz necesita reposar, por lo que hay que cocinarlo el día anterior. La forma que he encontrado para que quede perfecto es:

    • En un cazo ponemos a calentar 330 ml de agua.
    • Cuando esté hirviendo fuerte, añadimos los 90g de arroz.
    • Dejamos cociendo a fuego medio/fuerte hasta que se consuma toda el agua.
    • Dejamos enfriar y lo guardamos en un taper en la nevera para el día siguiente.
  2. Primero sofreímos la zanahoria y los guisantes hasta que estén doraditos.
    Sofreimos la zanahoria con los guisantes

  3. Retiramos la verdura y cocinamos el gambón.
    Sofreimos el gambón

  4. Retiramos el gambón y pochamos la cebolla.
    Pochamos la cebolla

  5. Cuando la cebolla esté pochada, añadimos el huevo batido, un toque de pimienta negra, y lo mezclamos bien todo.
    Mezclamos el huego con la cebolla

  6. En cuanto el huevo esté un poco cuajado, rápidamente añadimos el arroz y otro chorrito de aceite para freírlo.
    Freimos el arroz

  7. A continuación añadimos la salsa de soja y removemos bien para que quede un color uniforme. Yo aquí también añado un poquito de MSG para que quede más sabroso.
    Añadimos la salsa de soja y el MSG

  8. Juntamos todos los ingredientes y añadimos un chorrito de aceite de sésamo para darle más fragancia.
    Maceramos el chāshū en la nevera

  9. ¡Por último, emplatamos y a comer!

Arroz frito emplatado

Receta - Chāshū

[recetas]

Uno de mis toppings favoritos en el Ramen es el chāshū. Nunca se me había ocurrido prepararlo en casa, ¡pero la receta resulta ser supersencilla! La he probado un par de veces y sale siempre perfecta.

Ingredientes

  • Panceta de cerdo
  • Salsa de soja
  • Mirin
  • Azúcar moreno
  • Ajos
Ingredientes para el chāshū
  1. En una olla metemos:
  • 240ml de agua
  • 120ml de salsa de soja
  • 60ml de mirin
  • 2 cucharadas de azucar moreno
  • 3 dientes de ajo
    Calentamos el caldo de pollo
  1. Lo cocinamos a fuego lento con la olla tapada durante 2 horas, dandole la vuelta a mitad cocción. Después lo dejamos escurrir durante 30 minutos.
    Dejamos escurrir el chāshū

  2. Precalentamos el horno a 200 grados. Metemos el chāshū en la parte alta durante 8 minutos (hay que ir con cuidado o se quemará). Lo sacamos y lo dejamos enfriar.
    Dejamos enfiar al sacarlo del horno

  3. Metemos el chāshū en una bolsa hermética junto con el caldo que hemos usado para cocinarlo. Nos aseguramos de sacar el aire de la bolsa, y lo dejamos reposar en la nevera por lo menos un día.
    Maceramos el chāshū en la nevera

Por último lo cortamos en rodajas y ya está listo para usar en el Ramen.

Chāshū en rodajas