Ingredientes
- 100 ml Soja
- 100 ml Sake
- 100 ml Mirin
- 2 dientes de ajo
- Un trozo de jengibre
- Maicena
- Semillas de sésamo

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Picamos bien el ajo y el jengibre. La salsa no se va a colar, por lo que cuanto más pequeño lo piquemos, mejor.
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Doramos bien el ajo y el jengibre para que liberen todo su aroma.
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Añadimos la soja, el sake y el mirin. Lo dejamos cocinando a fuego medio/bajo.
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Cuando la salsa a reducido un tercio del líquido, añadimos media cucharada de maicena diluida en agua. Esto ayudará a espesar la salsa. Añadimos también las semillas de seésamo al gusto, y removemos hasta que la salsa tenga la consistencia deseada.
Vertemos la salsa en un tarro y la podemos tener en la nevera hasta un mes.
