Revisando mi anterior entrada en la que hablaba de mis primeras impresiones de los coworkings en Berlín, me sorprende lo acertadas que fueron mis observaciones, pero tras pasar un poco más de tiempo en los tres, puedo dar una opinión más completa.
En este coworking pasé mis dos primeros meses. Sí, es el coworking más concurrido, y los desayunos son multitudinarios, aun así la interacción entre miembros del coworking is casi nula. Hay una tarde al mes en la que se hace una reunión para tomar unas cervezas, pero no es suficiente. Me da la impresión de que están perdiendo una gran oportunidad al no fomentar más actividades para los coworkers. En cuanto a trabajar allí, las instalaciones están bastante bien, la sala es grande, con mucha luz natural. Pero, y es un pero muy grande para mi, el entorno es muy ruidoso. Muchos de los coworkers están constantemente al teléfono, a grito pelado, o manteniendo reuniones, o dando clases en medio de la oficina. En una oficina compartida hay que velar también por el trabajo de los compañeros, y aquí nadie mira por el bien de los demás. Le di dos meses, y creo que debería de haber sido solo uno. Si necesitas un ambiente tranquilo para trabajar, este coworking no es para nada recomendable.
Al abandonar Betahaus, volví a probar Ahoy!, y la verdad es que está muy cambiado. Mucha más gente, las instalaciones han mejorado, hay hasta una cafetería en el interior, y la zona de trabajo está bien equipada y era tranquila. Hasta aquí todo bien, salvo por dos problemas. El primero es la conectividad a internet. Sufrí desconexiones y una velocidad ridícula durante todo el día. Esto es simplemente inaceptable, pero puede que fuera un problema puntual de ese día. El segundo punto, y este no tiene arreglo, ya lo comenté en mi artículo anterior. La zona en la que está situado el coworking esta muerta. Esta vez me di una vuelta más larga, intentando encontrar algunos sitios decentes para comer, pero no hay nada. Un indio y un kebab. Siendo que yo como fuera de la oficina todos los días, esto era un gran impedimento para mi, por lo que descarté este coworking.
Primero comentar que han actualizado la web y por fin es decente. Las instalaciones son quizás las más flojas de los tres coworkings, y el horario es sin duda su peor punto, abriendo a las 10:00. Sin embargo si me hubiese quedado más de un mes seguramente habría contratado el acceso 24 horas, solucionando este problema. Hay menos gente que en Betahaus, por lo que acabas conociendo a todos, y me da la impresión que había más interacción. Está en una zona excelente, cerca del metro y rodeado de sitios para ir a comer. Buena conexión a internet y silencio absoluto en la zona de trabajo, por lo que para mi lo sitúa como el mejor de los coworkings que probé. El único inconveniente es el precio, siendo el más caro de los tres.